VOCES NEGRAS EN LA CIUDAD DE SEVILLA

Después de lo ocurrido en Lavapiés, el abuso policial contra dos hombres negros africanos, gracias a un vídeo en que se veía una persona negra en el suelo con las manos arriba rendirse, y a un policía aplastándole su cuello y otro policía pegándole a otro joven con la porra en su nalgas muy negras.

Somos seres humanos y merecemos los mismos derechos que los demás. El estúpido enfermo racista blanco ataca a otra persona negra para pegarle en un claro abuso de su poder blanco racista.

Está claro que aquellos actos fueron un acto de discriminación por raza, porque eran negros, pero no negros nacidos en España ni negros nacidos en Estados Unidos, sino negros de países con mucha cultura, cultura, muchas veces, invisibilizada en España.

Con estas palizas y actuaciones desproporcionadas, abusivas e injustas, es como si estuviéramos en la época de la “ ley del Talión “, ley que exigía un castigo igual al crimen cometido, se utilizaba como instrumento para ejercer una justicia personal con que sustituía a la venganza arbitraria.

No, no estamos en aquella época del ojo por ojo, diente por diente.

Y yo, Hassan Sall, me pregunto:

¿España es un estado de derecho? Claro que sí.

Entonces, ¿por qué nos pasa esto a los negros?

Por la discriminación por raza en España, por el racismo que aún perdura en España.

Pero si España ha sido siempre un país diverso, conformado por múltiples culturas, lenguas, orígenes...

No cabe duda de que aquellas personas negras del siglo XVI que fueron secuestradas, maltratadas, violadas, forzadas, arrastradas desde el Golfo de Guinea, y traídas a España esclavizadas fueron un grupo de personas oprimidas y posteriormente invisibilizadas a las que intentaron quitar su dignidad.

Pero no pudieron.

Mis ancestros resistieron.

Por eso yo estoy aquí.

Por eso yo también resisto.

Por otra parte quiero expresar mi sentimiento respecto a las comunidades, colectivos y asociaciones negras de España, con las que yo me muevo y resueno.

Fue un acto sentimental lleno de dolor.

En Sevilla Negra tenemos un grupo de whatsapp creado para las personas negras que viven en Sevilla. Este grupo lo usamos para compartir reflexiones, eventos culturales, sentimientos y todo lo que nos parece interesante para nuestra comunidad.

En este grupo decidimos que no podíamos callarnos ante lo sucedido en Lavapiés y mirar hacia otro lado porque es un tema que nos afectó profundamente.

Decidimos salir a la calle para expresar nuestra profunda rabia e indignación.

Desde la asociación Sevilla Negra empezamos a gestionar el burocrático papeleo para conseguir el permiso de la Delegación de Gobierno.

A pesar de que somos una asociación que lleva solo seis meses, solicitamos el primer permiso el 31 de Marzo y no nos contestaron hasta el martes a las 17:00 de la tarde. No había maneras de salir con tan poco tiempo de aviso. Así que tuvimos que volver a solicitar otro nuevo permiso para el domingo 7 de abril.

Este domingo 7 de abril, que siempre guardaré en mi memoria, logramos juntarnos once personas negras en la convocatoria de nuestra concentración. Yo personalmente, Hassan Sall, me sentí muy entusiasmado y con muchas ganas de expresar los gritos que reclamaban el fin de la violencia policial y del racismo institucional hacia las personas negras, aquí en España.

Empezamos el acto a las 12:30. Ya habíamos organizado el turno de palabras, tanto Thierno Diallo, presidente de SN, como yo, éramos los responsables. Nuestro amigo y hermano Yacouba Sacko leyó el manifiesto conjunto, le siguió nuestra querida hermana Ana Angono, y a ella le siguió nuestro amigo y colaborador Elhady Medoune Diop, fundador del interesantísimo proyecto “La voz de los sin voces”. Finalmente, terminaron el turno de palabras, nuestros hermanos y queridos compañeros poetas Abass Seme y Bakary Drame. No podemos olvidarnos de nuestra hermana y amiga Esther Weekes, artista y cantaora flamenca que estuvo todo este tiempo acompañándonos y apoyándonos.

Todas estas personas salimos a la calle para expresar nuestra protesta y manifestar nuestra resistencia, resistencia que nos llega directamente de nuestras ancestras.

El dolor y la rabia que ellas sufrieron es hoy nuestro dolor y nuestra rabia.

Su fuerza cimarrona que les empujaba a ser libres es hoy la misma fuerza que corre por nuestros cuerpos negros que exigen justicia y el fin del racismo institucional.

Si ellas tuvieron la valentía de emprender un arriesgado camino de liberación, pues si eran apresadas los castigos físicos podían llegar a ser terribles, nosotrxs, desde la Asociación Sevilla Negra, tomamos su ejemplo y gritamos que estamos aquí, vivimos aquí, somos de aquí, y exigimos ser tratados como toda persona que está aquí, vive aquí y es de aquí.

Ni más ni menos.